El médico infectólogo especialista en vacunas y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Vergara, comenzó explicando que “no hay ningún antecedente clínico para prohibir el consumo del alcohol después de colocarse una vacuna.
Esta relación aún no ha sido estudiada. La idea se instaló cuando una científica en Rusia hizo la advertencia asociada específicamente a la vacuna Sputnik V, pero más tarde minimizó lo que había dicho y se retractó. No hay nada estudiado al respecto y no hay una indicación específica”.
Considerando lo anterior, Vergara comentó que la medida busca evitar el consumo en exceso, pero no el moderado, ya que “el objetivo que persigue la recomendación de no beber alcohol después de vacunarse contra el Covid-19, es el de no alterar el organismo”.
Tomar una cerveza o una copa de vino durante el almuerzo o la comida, es decir, con moderación, no debería generar nada, y en particular entre quienes practican este hábito. Pero, sin duda, si alguien abusa del consumo de alcohol o se emborracha, antes o después de vacunarse, podría tener problemas de todo tipo, porque cuando hay una ingesta masiva de alcohol bajan las defensas por el efecto que la ebriedad produce. Por lo tanto, nunca es recomendable pasarse de copas, con o sin vacuna.
De igual forma, la viróloga de la Universidad Autónoma de Chile, miembro del Grupo de Virología de la misma institución, Daniela Toro, señala que la recomendación es porque “diversos estudios han corroborado que el exceso de alcohol debilita la respuesta inmune”.
Por lo tanto, si alguien se vacuna y bebe de manera excesiva alcohol, “va a disminuir la capacidad que tenga la vacuna de generar una respuesta inmunológica”.
Toro enfatizó que esto no es solamente válido para la vacuna contra el Covid-19, sino frente a cualquier inoculación.
“Si alguien toma una copa de vino o una cerveza no va a ser un problema, pero si es en exceso, por supuesto que no se recomienda, más que nada porque la vacuna no va a tener el efecto esperado”, detalló.