La historia de la Cerveza Cristal en Chile se remonta a hace casi 175 años, cuando un inmigrante alemán llamado Joaquín Plagemann decidió fundar la primera fábrica de cervezas en Valparaíso, dando inicio a la producción local de cerveza en un contexto dominado por importaciones.
Esta primera cerveza, llamada inicialmente «Pilsener» en honor al estilo originario de Pilsen, República Checa, destacó por ser una bebida refrescante fermentada a bajas temperaturas.
Con el tiempo, la cervecería fundada por Plagemann fue creciendo y, en 1889, se fusionó con la Fábrica de Cerveza de Limache, creando así la Fábrica Nacional de Cerveza.
Esta entidad evolucionaría hasta convertirse en la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), hoy uno de los mayores conglomerados de bebidas de la región, en manos del grupo Luksic y Heineken.
En 1978, la marca lanzó oficialmente la Cristal que conocemos hoy, bajo la clásica denominación de lager pilsener.
Cristal ha ganado un lugar especial en la cultura chilena, caracterizada por su color dorado claro, aspecto cristalino y espuma blanca densa.
Su sabor, suave y equilibrado, con un ligero toque amargo, la ha convertido en una opción popular para acompañar momentos de reunión entre amigos y familia en todo el país.
Esta conexión con el pueblo chileno ha sido una constante, con Cristal adaptando sus mensajes a lo largo de las décadas.
Desde el eslogan «Apagar la Sed» hasta su actual promesa de ser «la cerveza más refrescante», la marca ha evolucionado con su público.
Más allá de su éxito en el mercado, Cristal ha demostrado su compromiso social, apoyando iniciativas nacionales como la Teletón desde sus comienzos, así como patrocinando la Selección Chilena de Fútbol.
Durante momentos de crisis, como terremotos o la pandemia, la marca ha aportado a la comunidad con donaciones y apoyo directo.
Actualmente, CCU, empresa madre de Cristal, opera en múltiples países de Sudamérica, incluyendo Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay.
En Chile, además de ser líder en el mercado de cervezas, CCU es también un importante productor de bebidas gaseosas, aguas embotelladas, néctares, pisco y vinos, entre otros.
En Argentina, es el segundo mayor cervecero y tiene presencia en la industria de sidras, agua embotellada y licores. En otros países, como Uruguay y Paraguay, participa en el mercado de cervezas y aguas embotelladas.
CCU tiene contratos de licencia y distribución con grandes marcas internacionales como Heineken, PepsiCo, Nestlé, y Coors Brewing Company, lo que refleja su robusta red de operaciones y asociaciones estratégicas.
En cuanto a sus cifras, la CCU reportó recientemente ganancias significativas en el tercer trimestre de 2024, con un incremento del 211,1% en comparación con el año anterior, impulsado especialmente por su desempeño en Argentina.
Sin embargo, los ingresos totales experimentaron una leve disminución del 3%, en parte debido al entorno desafiante, aunque la compañía logró mejorar sus márgenes de ganancia, resaltando su habilidad para optimizar costos y operaciones.
Cristal continúa siendo un símbolo de la tradición cervecera chilena, manteniéndose en el gusto popular y fortaleciendo su vínculo con los consumidores, demostrando que esta marca, nacida en Valparaíso hace casi dos siglos, sigue siendo una parte esencial de la identidad chilena.